
Flor de Fuego, demuestra cómo el liderazgo femenino y la asociatividad pueden transformar comunidades a través del arte y la colaboración.
La Cooperativa de Servicios Centro Integral y Producción Cultural Flor de Fuego Ltda. se erige como un ejemplo inspirador de cómo el liderazgo femenino puede transformar proyectos artísticos y culturales en iniciativas sostenibles y de impacto comunitario.
Liderazgo femenino y origen
Flor de Fuego tiene sus raíces en una agrupación de danza que durante siete años trabajó de manera autogestionada, llevando arte y cultura a diversas comunidades de la región de Ñuble. Frente a la necesidad de contar con una figura legal que les permitiera acceder a contrataciones formales, las integrantes vieron en la creación de una cooperativa una oportunidad para consolidar su trabajo.
“Este proyecto unió de alguna forma el trabajo que hacíamos de manera individual en un esfuerzo colectivo y colaborativo”, explican. El liderazgo femenino ha sido crucial en esta transformación, impulsado por la perseverancia y visión de las mujeres que conforman la agrupación, demostrando que la unidad y la colaboración pueden superar cualquier reto. Afirmó Nathalia de la Cooperativa Flor de Fuego.
Impacto de la asociatividad
La asociatividad ha traído consigo beneficios tanto emocionales como profesionales. “El primer beneficio es emocional, al crear una red de apoyo entre nosotras. En el ámbito profesional y económico, hemos experimentado un crecimiento significativo gracias a trabajar juntas”, comentan.
Un ejemplo destacado es el Hito Inaugural de la Cooperativa, celebrado con la Expo Feria Flor de Fuego, evento gratuito que brindó a la comunidad una diversa oferta de espectáculos artísticos, fomentando la participación familiar y el disfrute cultural. La experiencia ilustra cómo la cooperativa ha logrado alcanzar metas ambiciosas que no habrían sido posibles de manera individual.
Desafíos y aprendizajes
En su camino, han enfrentado retos significativos, como adaptarse a los procesos administrativos y financieros, y navegar la burocracia asociada a su operación. Sin embargo, la identificación de habilidades específicas entre sus integrantes ha sido clave para superar estas dificultades.
Inspiración para otras mujeres
La experiencia de la Cooperativa Flor de Fuego deja un mensaje poderoso para otras mujeres que sueñan con liderar proyectos asociativos en sus comunidades:
“Nos han educado para ser competencia, pero en colectivo somos más fuertes y aprendemos unas de otras. No es fácil ponerse de acuerdo, pero escuchar y trabajar juntas enriquece y beneficia a todas”, expresó Nathalia.
Con esta visión, la cooperativa invita a las mujeres a atreverse a liderar, a colaborar y a soñar en grande, demostrando que juntas pueden transformar realidades y construir un futuro lleno de posibilidades.
